Laura lloraba sentada en la mesa de la cocina, su tristeza era causada por la desgracia de tener que desprenderse de su residencia.
Se sentía frustrada, confusa y asustada, sin saber que hacer ahora con su vida.
Para colmo no se hablaba con Carmen "su buena hermana".
La última noche que la vio se estaba tirando a Iván, Laura les pilló haciendo el amor como jamás se lo había hecho a ella.
Ahí estaban los dos retozando como animales, cerca muy cerca de ella, sin ningún miramiento desnudos como bebés.
Pensándolo bien se lo merecía pues no les había tratado muy bien a ninguno de los dos. Ya estaba otra vez siendo egoísta.
Aunque lo que vio se le quedaría tatuado en la retina para siempre.
Se terminó el café y se sentó frente al ordenador, pensando como buscar trabajo, tenía que pensar en su familia en su pequeña, tenía que darle lo mejor.
Jaime la ayudaría a encontrar su camino, siempre lo hacía.
No podía negar que estaba triste no le gustaba nada esa sensación pocas veces se encontraba así.
Jaime entró por la puerta, con su pequeña en brazos, a Laura se le cambió la cara.
Era tal la sensación de bien estar que le producía su hija, tenerla en brazos era como una medicina, todos los males se curaban al instante.
Dormida parecía un ángel, clavadita a su padre, los ojos tan grandes con esas pestañas envidiables, su boca era perfecta, como la de una muñeca, todo ello heredado de él, hacían el bebé más lindo del mundo.
A Laura se le caía la baba, Jaime la miraba embelesado, era tan hermosa que hacía que la deseara hasta en esos momentos maternales tan poco eróticos, por otra parte. Así que se avergonzó, cuando ella le miró con dulzura, acercándose a darle un beso.
Se la llevó a la cuna y la dejó dormir tranquila.
Jaime la esperaba en la cocina.
Se había quitado la cazadora negra que tanto le favorecía y estaba preparando la cena, con su delantal, preferido.
- Deja que te ayude. -Le dijo Laura.
- No, sienta, tengo algo que decirte, te voy a preparar la cena más suculenta que jamás hayas probado.
- Como me encanta tu faceta de "cocinillas"
- No te rías de mí que se me puede quemar la cena.
Los dos rieron.
- Si quieres ayudarme abre esa botella de vino y llena dos copas.
Laura saco el vino de una bolsa, llenó dos copas y una se la pasó a él. Dio un sorbo y la dejó sobre la encimera. Aún callado sin decir nada de lo que a Laura quería contarle.
- Jaime quieres decirme ya que pasa.
Jaime se hacía de rogar y Laura nerviosa se había bebido casi dos copas de vino, empezaba a sentirse demasiado bien, ya casi no tenía hambre.
Laura se acercó a él abrazándole por la espalda.
- Laura... Por favor... - Le dijo sin mucho convencimiento.
Laura seguía acariciando a Jaime, que no tardó en corresponder.
Se dio la vuelta y la cogió inesperadamente, le besó en el cuello, mordiendo su oreja que era lo que más le gustaba a ella.
Laura cerró los ojos y desnudó a Jaime poco a poco, dejándole el delantal que llevaba puesto.
El se puso tan cachondo, que pidió que Laura se desnudara para él, mientras debajo del delantal se veía como su miembro se elevaba por momentos.
Laura se desabrochaba los botones de la camisa despacio, se abrió un lado y luego el otro, hasta que se la quitó y la tiró al suelo.
Se quedó en sujetador, Jaime se impacientaba cada vez más, pero Laura seguía con su striptease, para él.
Se bajo el tanga sin quitarse la falda, y se lo tiró a él, que lo cogió, Laura se levantó la falda poco a poco, se fue a la mesa y se sentó en ella.
Jaime se acerco, le quitó el sujetador, y chupó sus tetas.
La atrajo hacía él y la beso en la boca, tremendamente caliente, los dos palpitaban de placer, Jaime no pudo más y la penetró con fuerza.
Laura gritaba en silencio de placer, para no despertar a su hija, Jaime cerraba los ojos y sudaba como un pollo moviéndose deprisa, esperando que ella se corriera antes. Segundos después Jaime descargó su placer en el interior de Laura.
- Está bien... Me vas a decir ahora lo que tenías que decirme. -Dijo Laura jadeando.
- Venga vamos a la cama allí hablaremos más tranquilos.
Laura y Jaime se fueron a la cama, Jaime le contaría todo sobre el futuro que les esperaba, algo que a los dos les haría muy felices.
noviembre 21, 2010
noviembre 10, 2010
HABLEMOS DE... "SU SANTIDAD EL PAPA"
Ese hombrecillo, todo vestido de blanco con sus zapatos rojos. OJO!! de Prada, hechos especialmente para "su Santidad" y siempre son rojos.
Metido en una urna rodante, denominada "Papa Móvil", suena ridículo y más ridículo se le ve a él dentro de tal ridiculez.
Pero es que su vida corre peligro, pues no es la primera vez que a "su Santidad", algún desalmado que no cree en la religión y en toda su parafernalia, ha intentado pegarle un tiro entre ceja y ceja.
"Su Santidad" será tan santo como lo pintan, o también tendrá pensamientos impuros como la mayoría de sus ecuánimes, ovispos, curas, etc, etc... A los que no puede controlar, pero que en sus oraciones siempre están, aunque no sirva para nada, esos sinvergüenzas seguirán haciendo de las suyas.
Al leer esas patrañas que lee, seguro escritas por otro que no es él, no se le entiende ni una palabra parece que no pueda abrir la boca, o que le cueste mover la mandíbula.
Pobrecito, como los elijen tan mayores para que duren poco, el hombrecillo de la urna rodante está ya que no se puede ni mover.
Da miedo y angustia cuando se agacha para besar el suelo que pisa, cosa que no entiendo porque hace, dices "Dios mío" a que no se puede levantar. Que disgusto no podremos verle saludar como una marioneta, metido en su "Papa Móvil"
Un dato curioso, desde Barcelona en su última visita, los homosexuales le quisieron dar una sorpresa de las suyas, se agolparon en la puerta de la Catedral y en el momento que el Pontífice saliera por ella, todos le recibirían con un gran beso homosexual, en la boca.
Ellos mismos dicen que no es una provocación, simplemente las diversas formas de amar.
Los medios dijeron: "Es extraño que en un acto tan noble como besarse todavía se puede considerar hoy en día revolucionario, en el siglo 21".
Es increíble la cantidad de gente que mueve "Nuestra Santidad", cuando viene a España se está hablando de él en todos los medios y programas, sean del corazón o no, por lo menos una semana y media.
Hasta en los anuncio ves, subliminalmente, la figura regordeta, tuneada de blanco con sus zapatos rojos, eso sí de Prada, saludándote. Tú abobado piensas, joder!! me ha parecido ver entre los botes de Colacao, a su "Santidad"
Pero bueno como el mundo no lo va a arreglar él con todas las sandeces que dice, me importa bien poco donde vaya y cuando.
Los que arreglaremos el mundo poco a poco somos los ciudadanos de a pie que con el vivir de cada día tenemos ya bastante, para que venga un señor, (perdón) "Su Santidad" a decirnos como debemos vivir.
octubre 12, 2010
EL DIA A DIA EN LA VIDA DE LAURA
Laura se llevaba las manos a la cabeza, había estado toda la mañana sentada en su despacho, haciendo números, las cuentas no le cuadraban, preocupada por no poder mantenr la residenci por mas tiempo.
Demasiadas facturas pendientes sin poder pagar, con esto de la crisis la gente procuraba ingresar a sus ancianos en residencias públicas, la comodidad y la cercanía se quedan en un segundo plano cuando se trata de ahorrar dinero. Pensaba Laura mientras sorbía un poco de café para entrar en calor.
De pronto oyó unos ruidos muy fuertes detrás de su puerta, inmediatamente después se abrió de golpe, Marta estaba llorando con la cara desencajada, intentando explicar a Laura entre sollozos lo que había ocurrido.
Salió corriendo hacía los fuertes gritos, Marta detrás gritaba desconsolada.
- Marta para ya!! Díme por favor que ha ocurrido.
Marta no podía hablar.
- Victoria, Victoria!! - Gritaba llorando.
Laura se encontraba al lado de Victoria, una anciana encantadora que le recordaba mucho a su querida abuela. Tendida en el suelo, Victoria no se movía.
- Llama a una ambulancia
- Ya está de camino.
- Ahora tranquilizate y dime despacio que a ocurrido.
- Bajaba las escaleras y ha caído rodando no sabemos si se ha tropezado o se ha desmayado. -Le dijo Marta muy nerviosa
Victoria estaba en el suelo incosciente, con un golpe en la cabeza que sangraba demasiado, Laura se asustó.
Cogió una toalla y taponó la herida, sin moverla demasiado.
La ambulancia tardo pocos minutos en llegar, se la llevaron al hospital pero sin muchas esperanzas el golpe había sido demasiado fuerte.
Laura se quedó desolada no podía más entre tantos porblemas económicos sin poder resolver y los ancianos que cada vez eran menos.
El sueño de tantos años y esfuerzo empezaba hacer aguas, tendría que pensar en cerrar la residencia.
Lo primero hablaría con su personal, gente que dejaría en la calle, después de tanto esfuerzo y tanto sacrificio que han compartido su sueño con tanta profesionalidad, eso la daba mucha pena, pero no tenía más remedio.
Después ya pensaría que hacer con su vida.
CONTINURA...
Demasiadas facturas pendientes sin poder pagar, con esto de la crisis la gente procuraba ingresar a sus ancianos en residencias públicas, la comodidad y la cercanía se quedan en un segundo plano cuando se trata de ahorrar dinero. Pensaba Laura mientras sorbía un poco de café para entrar en calor.
De pronto oyó unos ruidos muy fuertes detrás de su puerta, inmediatamente después se abrió de golpe, Marta estaba llorando con la cara desencajada, intentando explicar a Laura entre sollozos lo que había ocurrido.
Salió corriendo hacía los fuertes gritos, Marta detrás gritaba desconsolada.
- Marta para ya!! Díme por favor que ha ocurrido.
Marta no podía hablar.
- Victoria, Victoria!! - Gritaba llorando.
Laura se encontraba al lado de Victoria, una anciana encantadora que le recordaba mucho a su querida abuela. Tendida en el suelo, Victoria no se movía.
- Llama a una ambulancia
- Ya está de camino.
- Ahora tranquilizate y dime despacio que a ocurrido.
- Bajaba las escaleras y ha caído rodando no sabemos si se ha tropezado o se ha desmayado. -Le dijo Marta muy nerviosa
Victoria estaba en el suelo incosciente, con un golpe en la cabeza que sangraba demasiado, Laura se asustó.
Cogió una toalla y taponó la herida, sin moverla demasiado.
La ambulancia tardo pocos minutos en llegar, se la llevaron al hospital pero sin muchas esperanzas el golpe había sido demasiado fuerte.
Laura se quedó desolada no podía más entre tantos porblemas económicos sin poder resolver y los ancianos que cada vez eran menos.
El sueño de tantos años y esfuerzo empezaba hacer aguas, tendría que pensar en cerrar la residencia.
Lo primero hablaría con su personal, gente que dejaría en la calle, después de tanto esfuerzo y tanto sacrificio que han compartido su sueño con tanta profesionalidad, eso la daba mucha pena, pero no tenía más remedio.
Después ya pensaría que hacer con su vida.
CONTINURA...
septiembre 26, 2010
HABLEMOS DE.. ENVEJECER
A la persona que se le ocurrió la mítica frase "la arruga es bella" seguro que no tenía la piel tan tersa y suave como el culito de un bebé.
El envejecimiento es un deterioro de cambio que se da con el paso del tiempo, en un organismo, que conduce a alteraciones funcionales y finalmente a la muerte. En definitiva se define primero como etapa de la vida, después proceso de deterioro con el paso de los años.
Envejecer es un proceso natural de la vida no debemos preocuparnos y mucho menos obsesionarnos por ello.
Ahora, lo malo de envejecer es que la piel te sobra hasta poderte hacer un abrigo con ella, las tetas se te caen hasta las rodillas, el culo toca tus talones, la barriga no deja que veas cosas que tu cuerpo tiene y te olvidas de ellas porque no las ves.
Pierdes pelo, audición y no te puedes reír a lo loco porque los dientes postizos se te pueden caer en cualquier momento, aunque los lleves pegados con el "Corea" ese, que no vale para nada.
Tienes que ir aprendiendo a vivir distinto, hacer las cosas más despacio, a tener más cuidado al andar pues caerse y romperse la cadera no le gusta a nadie.
Cuidarse es importante, no caer en el ocio, aunque descansar y despreocuparse de todo nunca está de más.
Al envejecer no tenemos porque pensar en negativo, todo lo contrario, somos privilegiados, todo lo que hemos vivido, lo que vamos viviendo mientras envejecemos, nos hace ser mas sabios.
En nuestro país la esperanza de vida aumenta con el paso de los años. Según la OMS en el siglo XX, la esperanza de vida al nacer a aumentado 20 años Desde 1950 ahora es de 66 años, para el 2050 aumentará 10 años más.
Esto es malo para nuestras pensiones esas que no vamos a poder cobrar.
No tenemos que resignarnos a envejecer, no es malo, siempre y cuando nuestro corazón sea joven y nunca dejemos de ser niñ@, grandes disfrutando de la vida, de los sueños que nunca es tarde para cumplir, lo más importante acompañados de todas la personas que nos quieren, nos han querido y nos querrán siempre.
Envejecer al lado de tu amor, tu compañer@ de viajes de vivencias, de penas y alegrías, de toda una vida, pavimentada y sólida que es muy difícil destruir, menos lo hará envejecer.
Envejecer con dignidad es lo que todos queremos, no entristecernos porque nos veamos una arruga, o la piel nos cuelgue, a parte de otras cosas. Alegrarnos porque estamos viviendo nuestra vida, la que queremos seguir viviendo durante muchos años a ser posible, acompañados de todas aquellas personas que nos quieren y a las que queremos.
Envejecer; me estoy dando cuenta que no es tan malo, siempre y cuando sea poco a poco y sin sobresaltos, pese a que todo nos cuelgue, nuestro corazón siempre lo mantendremos joven.
septiembre 16, 2010
Llevábamos días sin hablarnos, Leo había tomado la determinación de castigarme o algo así, yo no sabía que sentía hacía mí, eso me desconcertaba, le quería pero no podía ayudarme, nadie podía, nada más que yo misma, pero no era consciente que no podía sola.
Una mañana en la cama me miró a los ojos, su rostro estaba triste, me miraba vacío, sin nada a lo que yo pudiera acogerme, me asusté, como nunca lo había hecho antes, sabía que algo no iba bien.
- Nora, estoy cansado, no puedo con esto. No se, de verdad que siento, quiero quererte pero tú no me dejas. El bebé me importa y tendrá un padre cuando nazca que seré yo eso no lo dudes, pero tú y yo no podemos seguir juntos, así. Quiero alejarme, para pensar en todo esto, siento no poder ayudarte más, pero mientras no quieras o no te dejes ayudar yo no puedo hacer nada.
Me quedé impasible, ante la situación no podía creer que me estuviera abandonando, que me dejara sola en estos momentos, sí quería ayuda, necesitaba gritar pero no salía nada de mi boca.
-Leo, lo entiendo, se que ha sido un infierno, y no puedes hacer más de lo que ya has hecho, ahora lo se. Te necesito y no quiero que te marches, no te vayas por favor. Hazlo por tu hijo.
- No , Nora me marcho.
Subió al dormitorio, donde nunca volveríamos a estar juntos, cogió sus cosas y se marchó.
Me quedé sola y obsesionada, perdiendo mi vida y a todos los que me quieren y a los que quiero.
Pensaba en mi bebé, tenía que recuperarme por mi hijo, verle reír, crecer, llorar, gatear, vivir feliz con él.
Mientras pensaba en todo aquello, empezaron los dolores de las contracciones, después de unos segundos había roto aguas.
Llamé a Leo en seguida, de camino a su nueva vida, que por enésima vez o mas yo no le dejaría comenzar, se dio la vuelta por el camino y me llevó al hospital.
Cuando llegamos Daniela había nacido ya, su carita era la de una niña preciosa, aparentemente sana y con muchas ganas de vivir, pues lloraba a todo pulmón, como diciendo aquí estoy yo, no se hablar todavía pero lloro que da gusto.
Ahora mi niña es mi vida, mi ilusión y mi esperanza, gracias a ella y a todos los que me quieren me han querido y me querrán, he logrado mejorar mi calidad de vida, he podido salir despacio y con paciencia, pidiendo ayuda a gritos, de esta obsesión, siendo fuerte pensando en lo bueno que nos da la vida en la gente que nos quiere y en lo bonito que es vivir.
septiembre 12, 2010
LA OBSESION DE NORA
Las discusiones con Leo eran constantes, echándome en cara, y con razón, que no les quería ni a él ni al bebé.
- Nora esto no puede seguir así, te estás haciendo daño, y lo peor, no piensas en ninguno de los dos. Ni en ti tampoco. Ahora tienes una familia lucha por ella, por favor, ¡No lo ves! ¡No te ves! Por dios, haz un esfuerzo.
- Ya lo se pero no puedo, que crees que no quiero, lo intento con todas mis fuerzas pero mi cabeza no me deja en paz.
- No puedo creerlo, no te importamos nada, hazlo por tu hijo, por nuestro hijo. Mañana iremos al médico, yo no puedo más.
- No quiero, me ingresarán intentarán hacerme comer, no quiero. -Lloraba desconsolada.
- Eso es lo que haremos, no se hable más del tema.
Así lo hicimos no hablamos más del tema, me ingresaron a los dos días, estaba desnutrida y el bebé corría peligro. Me obligaban a comer, vigilándome a cada momento para que no hiciera ninguna locura.
Nadie se preocupaba de lo que sentía, todo desde fuera se ve de otra manera, pero en mi interior nadie entraba. Era consciente, en todo momento lo fui, de que me hacía mal a mi y a todos, pero mi obsesión me podía.
Lloraba en silencio, cuando nadie me veía, el dolor que tenía dentro de mí, nadie podía saberlo nada más que yo. Me pregunté tantas veces si había sido una buena idea haberme quedado embarazada. Estaba siendo egoísta, sólo pensaba en mi misma, pero eso era lo que quería hacer pensar sólo en mí.
septiembre 08, 2010
LA OBSESION DE NORA
Todo eso lo supo Ana mi psicóloga cuando yo se lo conté, comprendió que necesitaba a alguien, me comentó si quería tener hijos.
- ¿Qué te parece Nora, un bebé? -Dijo alegre por la solución.
- Ana no tengo la menstruación, peso cuarenta y dos kilos. - Dije triste.
- No te preocupes por eso, podemos arreglarlo, tendrás que poner mucho de tu parte si quieres de verdad, que esto salga bien, intentarlo y te quedarás embarazada, eso si queréis, claro está.
- Claro que quiero, haré todo lo que está en mi mano, para que eso ocurra. Un halo de luz volvió a mi triste y obsesiva vida.
- Empezamos ya mismo.
- De acuerdo. -Dije asustada.
Hablé con Leo, le pareció una excelente idea, aunque no habíamos pensado tener hijos tan pronto, siempre habíamos querido ser padres. Adelantaríamos el acontecimiento por el bien de todos.
Nos constó sudor y lágrimas pero al fin me quedé embarazada.
Los primeros meses de embarazo los pasé sin problemas, cuando empezó a crecer nuestro hijo en mi interior, todo cambió.
Tenía la impresión de no poder, de no ser capaz de llevar este embarazo a cabo, mis fuerzas estaban al límite, lo intentaba pero no podía.
Mi cuerpo cambiaba rápidamente, sintiéndome cada vez peor, no me importaba nada lo único que quería era no engordar más, por eso no comía, sin tener en cuenta el estado de mi hijo.
No salía de casa para nada, me pasaba el día limpiando sobre limpio, intentando mantenerme ocupada el máximo tiempo posible, para no pensar en la comida y desgastar calorías.
Me pesaba diez veces al día, sin ropa por su puesto, mirándome al espejo una y otra vez, viéndome gorda cada vez que lo hacía.
septiembre 03, 2010
Leo me pidió que me casara con él, inmediatamente le dije sí, algo cambió en mí, ahora me interesaba la boda, estaba contenta, ya no pensaba en otra cosa y aunque moderadamente empecé a comer.
Unos días antes de la boda tuve una recaída muy grande, los ataques de ansiedad eran parte de mí y no lo soportaba más. Así que hice algo de lo que me arrepiento con el alma, intenté quitarme la vida, no con mucho éxito, pues una cuchilla de sacapuntas no es que corte mucho, pero sí, me herí.
Mi madre al enterarse se cabreó muchísimo y quiso ingresarme en seguida, aunque el ingreso empeorara más mi situación, ella sólo quería sacarme del pozo en el que estaba inmersa, sin saber muy bien como.
- Mamá por favor, quiero casarme, deja que lo haga, luego hacemos lo que tu quieras.
- No puedo creerlo, dijiste que confiara en tí, no puedo Nora, no puedo. No quiero dejarte sola, te he dejado sola demasiadas veces, sin saber por lo que estabas pasando. - Dijo consumiéndose por dentro.
- No estaré sola, estaré con Leo, te prometo que voy a cambiar, pero no me ingreses, por favor te lo pido, dejaré que me ayude. - Le dije desolada.
Mis promesas caían en saco roto, pues siempre he llevado y llevaré esta cruz.
Leo y yo nos casamos esperando un cambio así en la vida de todos. Lo intentaba con todas mis fuerzas, algunas veces lo conseguía y otras muchas fracasaba.
Cambié de psicólogo cien veces, de medicamentos, pero nada funcionaba, todo era inútil, muchas veces quería tirar la toalla, me preguntaba si quería seguir así o por el contrario ser feliz de una vez conmigo misma y hacer feliz a los que estaban a mi alrededor, mi obsesión vivía con todos nosotros.
Ana mi nueva psicóloga, me hizo ver por fin las cosas de otra manera, indagó en mi vida familiar y comprendió que me sentía inferir a mi hermana pequeña, pese a llevarnos siete años nos llevábamos bien.
Sára mi hermana es inteligente, auto-suficiente, sin complejos, con una vida perfecta, que entiendo se ha hecho con mucho esfuerzo. Yo la admiro y me gustaría ser como ella por eso la envidio, a mis padres se les cae la baba con ella.
agosto 31, 2010
Leo, pese a todo seguía conmigo, nos queríamos de eso no cabía duda. Pero también notaba que estaba demacrada, ojerosa muy delgada y siempre de mal humor, quería ayudarme, pero yo no quería ayuda. Sí, le quería a él.
Hasta el día en que decidí, por Leo y por mi, poner remedio a esta situación, que me consumía el alma, me rompía la cabeza haciendo de mi un ser que no era.
Nos fuimos al médico, al parecer sabia lo que me pasaba, habló con mi madre y nos explicó de que se trataba.
- No sólo tienes que comer, tienes que darte cuenta del porqué del problema, esta obsesión viene por algo, que te preocupa, a lo mejor ni tu lo sabes.
Me puso en manos de un psicólogo.
- El te ayudará hablará contigo y tu con él, cuéntale tus temores, sueños, costumbres lo que quieras o creas que te puede preocupar, verás como todo se arregla.
Veía muy triste a mi madre, la observaba de lejos, tenía ojeras y más arrugas, había envejecido, se me encogió el corazón.
- Mamá, sabes que te quiero ¿Verdad? Le dije para animarla.
- Lo se, yo también hija mía, no quiero verte sufrir, ni ver como sufrimos todos.
- No te preocupes todo irá bien, soy fuerte ¿No?
- Claro que si hija, pero yo no se que hacer para ayudarte.
- Sólo quiero que me escuches, me comprendas y me animes yo lo haré contigo, quiero que estés ahí y que no desaparezcas nunca. Necesito que confíes en mí. Quiero curarme.
Los días en los que fui consciente de mi obsesión, enfermedad, la que me estaba consumiendo por dentro y matando poco a poco, fueron tremendamente duros.
Me ingresaron muchas veces, pues muchas veces recaía, pese hablar con psicólogos contarles mis pensamientos mas íntimos, sueños, secretos, vivencias, como había dicho mi médico de cabecera, salía de la consulta y me reflejaba en los escaparates de las tiendas intentando no mirar, pero lo hacía y veía lo que no quería ver.
Todo volvía a empezar.
agosto 24, 2010
Odiaba mi gordo cuerpo, inmediatamente tuve que poner fin a eses michelines que colgaban de mi cintura, de mis piernas, de todo mi cuerpo.
Al día siguiente comí menos, así día tras día. Hasta que dejé de comer definitivamente.
Mi familia no se enteraba de lo que estaba haciendo, cuando empecé mi nueva meta que me obsesionaba, mañana tarde y noche.
Era muy sencillo engañarles no se podían imaginar lo que me pasaba por la cabeza, para que no sospecharan o vieran extraña mi conducta, me ofrecía siempre hacer la comida diciéndoles que ya me había comido un plato, cuando no era así.
Tiraba la comida, cuando no me veían, me las ingeniaba para hacer de mi vida una autentica pesadilla, entre mentiras y obsesión me sentía cansada.
Mi cuerpo fofo seguía viéndose en el espejo cada día que me miraba y lloraba en silencio pensando otras muchas estrategias más, para seguir con mi sueño, ser delgada.
Un día me di cuenta que mi madre sospechaba algo, pasó tanto tiempo ya de mi rutina que quizás me relajé. Aparte de que mi aspecto estaba cambiando aunque yo no lo viera, estaba mucho más delgada.
Tuvimos una discusión horrible, ¿Qué está pasando?; se preguntaba, quería llevarme al médico, yo no quería.
- ¿Estás enferma? Mira que cara, estás en los huesos. -Decía mi madre sin saber nada.
Esa misma noche, sin poder dormir, como muchas otras, me paré a pensar en mi situación, en que algo me pasaba, perder peso se había convertido en mi forma de vida, no podía concentrarme en otra cosa que no fuera eso, me sentía tan mal, los dolores de cabeza cada vez eran mas constantes y desquiciantes, se me dormían las manos y mi mal humor, me distanciaban del resto del mundo, apartando a todo aquel que quisiera acercase a mi.
LA OBSESION DE NORA
Cuando conocí al hombre con el que yo sabia, quería pasar el resto de mi vida, algo dentro de mí cambió para siempre.
Soy Nora una mujer de cuarenta y ocho años y desde hace mucho tiempo mi vida ha sido un auténtico infierno.
Teníamos diez y seis años, yo estaba en el instituto y él iba a buscar a su novia, parecía que la cosa no funcionaba pues les oíamos discutir con frecuencia.
Empecé a fijarme en él por sus miradas, sus ojos verdes se clavaban en los míos color miel, como cuchillos afilados y sentía en el estomago las mariposillas del amor.
Recuerdo la fiesta en la que nos enrollamos, fue un desastre pero Leo al día siguiente me llamó, quizás el también sintió mariposillas.
Así empezó mi relación con él, no veíamos a diario y compartíamos todas nuestras inquietudes, secretos... nos conocimos a fondo, cada vez más y mejor.
Nos enamoramos como dos adolescentes que éramos, decidiendo que había llegado el momento... Me costó mucho decidirme, la educación que mi familia me inculcó no ha sido muy liberal, así que intentaba desviar el tema todo lo que podía.
Mi familia es muy religiosa, algo rígidos y muy muy clásicos, ¡¡Hasta el matrimonio no debes acostarte con nadie!!.
Después de mucho pensarlo, sabiendo a ciencia cierta que le quería por encima de todo, decidí acostarme con él.
Estábamos en el coche, empezamos a desnudarnos cuando la frase que escuché se me quedó grabada para siempre:
- ¡Qué de carne para mi solito! Gordi.
Leo no lo diría con intención alguna pero, cuando yo llegué a mi casa, lo primero que hice fue mirarme al espejo y por supuesto pesarme.
Pensé que tenía razón, me veía gorda, la persona más gorda y fofa que haba visto nunca.
agosto 21, 2010
HABLEMOS DE...LOS TOROS
TOROS SI, TOROS NO!!
Alguien me puede explicar que de divertido hay en ver como un ser "racional", clava un estoque a un ser vivo, causándole la muerte, que no instantánea, pues si al torero, propiamente dicho, se le va el estoque, el toro agoniza, sigue agonizando, clavando el estoque uno y otra vez, hasta que el toro en su angustia y dolor muere. Qué bonito verdad?
Esta fiesta, vergonzosa y cruel, tiene años de antigüedad, los "matatoros" recorrían los pueblos de España divirtiendo a la gente del lugar, toreaban de forma rudimentaria, esquivando o recortando al toro. Estos "matatoros" empezaron a torear por su cuenta en ciudades importantes despertando el entusiasmo del público.
Quisiera saber que diría un "Guiri" si supiera que la palabra ¡Olé! que tanto les gusta pronunciar, trae como consecuencia un recorte con capote, unas banderillas clavadas en el lomo del pobre animal, que termina con el estoque, una espada larga tan puntiaguda como afilada, terminando en flecha para desgarrar más si cabe, la carne del toro agonizante, hasta su destino final que es, LA MUERTE.
Pero ha nacido para eso según los promotores, criadores y seguidores de estos encierros, nunca mejor dicho. No, no han nacido para eso, ha nacido para que le dejen vivir y muera cuando tenga que morir, no que alguien le mate por diversión y por divertir, no lo entiendo, al toro se le cría para este fin, no es que nazca para ser toreado.
He leído que las corridas de toros se consideran una de las expresiones de la cultura hispánica, increíble, no es cierto?. También se practican en Portugal, en el sur de Francia y en algunos países de Hispanoamérica. A diferencia de España desde el año 1836, no se le da muerte al animal, eso quiere decir que son más inteligentes que nosotros.
Luego están las fiestas de los pueblos en estos lugares se maltrata al toro de forma degradante, cruel y horrorosa. Estando todos los asistentes a las mismas, de acuerdo con las fiestas, que no se las quiten, ¡¡Por Dios!!, les quitarían parte de su arraigada tradición, no saben que existe la famosa frase que dice "Renovarse o morir"
Así pues seguiremos "disfrutando" de los toros, esta fiesta que existe desde hace ni se sabe cuanto, para hacer gozar algunos y horrorizar a muchos más.
agosto 08, 2010
EL DÍA A DIA EN LA VIDA DE LAURA CAPITULO 18º
Laura se encontraba a los pies de la cama del hospital, miraba a Iván con desprecio. Estaba enfadada, pese a su mal estado no comprendía como alguien podía cometer un acto tan atroz.
Iván aparentemente dormido, tumbado en esa incómoda cama, se arrepentía de haber ingerido todas aquellas pastillas, no por querer suicidarse, sino por haber fallado.
Llevaba tiempo pasándolo mal, su vida no tenía sentido después de todo era un inválido, inútil incapaz de amar a la que un día por desgracia del destino y su loca juventud, sentenció que tenía que ser su esposa.
Iván no quería a Laura nunca la quiso y lo peor es que nunca se lo dijo, quería a Carmen, pero esa noche en la que los tres festejaban el fin del instituto , Iván y Laura se enrollaron, borrachos se dejaron llevar, sin saber muy bien porque hicieron aquello, se arrepentirían toda la vida.
Pasaron los días y Laura se dio cuenta que estaba embarazada, joven con toda la vida por delante y con un bebé. Entonces decidieron casarse, aunque no muy conformes pero sus familias les obligaron, ante tal situación.
Ivan cada vez echaba más de manos a Carmen la hermana de Laura pero se resignó pues ella rehizo su vida con el que ahora es su ex-marido que resultó ser un desgraciado, por respeto a Laura nunca dio ningún paso. Carmen hizo lo mismo.
El hijo de ambos enfermó muriendo en sus brazos, dejando así un vacía tan grande que los dos nunca pudieron llenar, distanciándose cada vez más y más, hasta el punto de no querer ni mirarse a la cara.
Carmen entró en la habitación de aquel hospital que era el mismo al que tantas veces había acompañado a Ivan en sus rehabilitaciones, vio que Laura fruncía el ceño, sabía que estaba enfadada, ella también se sentía, igual aunque Carmen le amaba con todo el alma, ya nunca le dejaría sólo.
Cuando Iván se fue de casa, Carmen se debatió entre el amor y la moral, eligió el amor.
Entró en el portal del apartamento de Iván, en el centro de Madrid, la puerta estaba entreabierta, cuando se decidió a entrar se encontró con Iván tendido en el suelo viendo como su vida se iba, su cuerpo se retorcía, tenía la cara desencajada echaba espuma por la boca, ella se asustó, pero él seguía con vida, llamó inmediatamente a una ambulancia y segundos más tarde, llamaba a Laura.
CONTINUARA...
julio 19, 2010
HABLEMOS DE... PROGRAMAS BASURA TV.
Gritos y más gritos, sólo oímos gritos, no te enteras de lo que la Belén esteban está diciendo, bueno tampoco importa lo que esa muchacha, nacida de la nada y directa a la gran pantalla, diga, la pobre no dice mas que tonterías. "Lo digo con todo el respeto"
Nos quedamos embobados, viendo como cuatro gañanes, se pelean sin ningún motivo, sólo por el mero hecho de subir audiencia.
Les estamos dando de comer cada vez que ponemos esos programas de pacotilla, que de didácticos tienen poco, mejor dicho, absolutamente nada, más bien te dejan el cerebelo bastante tocado, te levantas del sillón y no sabes donde te encuentras crees que estás soñando porque has oído algo como, "Te quieres callar Karmele", y la voz de ese hombre, te asusta porque es desagradable. Pero no, no sueñas es real lo que has oído y también lo que ves.
(Así va el país digo yo)
Lo peor es que no podemos evitarlo, quizás ver los documentales de la dos sea también demasiado para nuestro cuerpo y nuestro cerebelo, que continua tocado.
Aunque hay que reconocer que mejor que lo demás, vale pero un rato no toda la puta tarde.
Hacemos zaping, en todas las cadenas, cosa curiosa, están los mismos programas, basura ¡Pero que pasa aquí! No hay ideas para hacer cosas nuevas, entretenidas que no te destrocen la mente. ¡Ah! ya entiendo es mas fácil copiarse, por la audiencia claro, ahora lo entiendo. Así pueden criticarse luego unos a otros, voy entendiendo como va el juego.
Un buen día quieres ver un programa de esos que te encantaron uno de esos momentos en los que nos volvimos televidentes serios y cultos, no lo encuentras , ¡Mierda lo han quitado! Como es posible para algo bueno que echaban van y lo quitan.
Entonces, coges un buen libro mientras estás oyendo de fondo, todavía los gritos de los peleles, famosillos de pacotilla, apagas la caja tonta y dejas de dar de comer a unos impresentables que no saben hacer otra cosa que pegar voces sin decir nada, o meterse con los demás por audiencia.
Pero lo peor de todo es que juzgan a todo bicho viviente sin tener la decencia, de mirarse ellos mismo en su propio espejo.
Nos quedamos embobados, viendo como cuatro gañanes, se pelean sin ningún motivo, sólo por el mero hecho de subir audiencia.
Les estamos dando de comer cada vez que ponemos esos programas de pacotilla, que de didácticos tienen poco, mejor dicho, absolutamente nada, más bien te dejan el cerebelo bastante tocado, te levantas del sillón y no sabes donde te encuentras crees que estás soñando porque has oído algo como, "Te quieres callar Karmele", y la voz de ese hombre, te asusta porque es desagradable. Pero no, no sueñas es real lo que has oído y también lo que ves.
(Así va el país digo yo)
Lo peor es que no podemos evitarlo, quizás ver los documentales de la dos sea también demasiado para nuestro cuerpo y nuestro cerebelo, que continua tocado.
Aunque hay que reconocer que mejor que lo demás, vale pero un rato no toda la puta tarde.
Hacemos zaping, en todas las cadenas, cosa curiosa, están los mismos programas, basura ¡Pero que pasa aquí! No hay ideas para hacer cosas nuevas, entretenidas que no te destrocen la mente. ¡Ah! ya entiendo es mas fácil copiarse, por la audiencia claro, ahora lo entiendo. Así pueden criticarse luego unos a otros, voy entendiendo como va el juego.
Un buen día quieres ver un programa de esos que te encantaron uno de esos momentos en los que nos volvimos televidentes serios y cultos, no lo encuentras , ¡Mierda lo han quitado! Como es posible para algo bueno que echaban van y lo quitan.
Entonces, coges un buen libro mientras estás oyendo de fondo, todavía los gritos de los peleles, famosillos de pacotilla, apagas la caja tonta y dejas de dar de comer a unos impresentables que no saben hacer otra cosa que pegar voces sin decir nada, o meterse con los demás por audiencia.
Pero lo peor de todo es que juzgan a todo bicho viviente sin tener la decencia, de mirarse ellos mismo en su propio espejo.
julio 04, 2010
EL DÍA A DIA EN LA VIDA DE LAURA CAPITULO 17º
Jaime se bajó del coche, aparentemente nervioso, sacó las maletas del maletero, miró hacia la puerta de la que ahora iba a ser su nuevo hogar.
Laura y él estuvieron hablando largo y tendido de todo lo ocurrido, su amor era lo más importante y el bebé lo era aún más, así que decidieron vivir juntos.
Jaime pensaba en su nueva familia y se apenaba por la antigua, sus hijas lo eran todo para él y las vería siempre que quisiera. Así se lo hizo saber a su ex-mujer, que ella no consentía que Jaime viera a sus pequeñas por todo lo acontecido entre ellos.
Aunque el matrimonio no fue nunca un jardín con flores de todos los colores, más bien, todo lo contrario, él adoraba a las niñas y recuerda haber querido a su mujer algún día, hasta que dejó de hacerlo, quizás cuando conoció a Laura, a partir de entonces ella empezó a formar parte de su vida.
Nunca le fue infiel con ninguna otra, no por falta de oportunidades sino por falta de valor. Y porque no se le cruzó en su camino ninguna mujer con la que le apeteciera estar y desde luego enamorarse.
Pero con Laura todos sus planes de futuro con su familia se fueron al traste y se enamoró perdídamente de ella desde el día en que entró por la puerta de la residencia que los dos mano a mano levantaron con éxito rotundo, de la que están iménsamente orgullosos.
Se ex estaba enfadada con razón, pues le había mentido, consciente del daño que iba a causar. Pero sus hijas no tenían porque pagar los errores que Jaime había cometido, no permitiría que las niñas dejaran de compartir su vida, con su padre.
Estaba emocionado iba a empezar una nueva vida con la persona que amaba, pero la pena y la preocupación por sus hijas no le dejaban disfrutar del momento.
Laura esperaba dentro de la casa a que Jaime apareciera por la puerta, ansiosa por la llegada, no paraba de corretear por la casa recogiendo aquí y allá, para que todo estuviera acogedor.
Se olía el café desde fuera y eso a Jaime le tranquilizó, se imaginó sentado en el sofá con una buena taza de café, al lado de Laura, saboreando la grata sensación de ser padre de nuevo.
Llamó a la puerta, Laura abrió en seguida, se fundieron en un abrazo que duró unos cortos pero intensos segundos.
Sin resentimientos ni rencores se besaron.
En el momento del beso sonó el teléfono, Laura se estremecía cada vez que oía el maldito aparato, nunca traía buenas noticias.
Traspasó el salón lo más deprisa que pudo casi cayendo al suelo, tropezó con la pata del sofá hasta que llegó a el y lo cogió, extasiada por el recorrido hecho.
No daba crédito a lo que estaba oyendo, confirmó sus malas experiencias con ese pequeño aparato que se había propuesto no dejarla ser feliz.
CONTINUARA...
junio 17, 2010
HABLEMOS DE... ENAMORARSE
Este sentimiento que todo ser humano debería experimentar tarde o temprano, incluso más de una vez.
¿Quién no ha hecho locuras por la persona amada? O lo ha perdido todo por esa persona con la que creías que ibas a pasar el resto de tu vida, pero que de repente desaparece.
Enamorarse es lo mas grande, hace que veas el cielo más azul, incluso si está lloviendo y nublado. En tu cara aparece permanentemente una sonrisa de felicidad aunque te digan que el mundo se derrumbará en tus narices, te da igual, estás enamorada y nada te lo va a estropear.
Tienes mariposas en el estómago que son los nervios que entran cuando piensas en el enamorad@ en cuestión. Más bien son avispas que no te dejan comer, pensar ni dormir.
Lo bueno de esto es que, te quedas con un cuerpazo por no poder llevarte nada comestible a la boca, de los nervios, que tu jovialidad se dispara por todos los poros de tu cuerpo, hasta que te relajas y las mariposas se van por donde han venido.
Cuando estamos enamorados, pasamos por todas las etapas de sentimientos habidos y por haber, que existen en nuestro corazón, son infinitos, no se acaban nunca.
La felicidad convive con nosotros a todas horas, somos amables con los demás, tenemos mejor humor, nuestra alegría irradia de nosotros de dentro a fuera como si de cohetes se tratara. Y la gente que está a nuestro alrededor se alegra de nuestra dicha.
Envidiando un poco nuestro estado de enamoramiento, que puede resultar algunas veces algo empalagoso.
Besuqueos constantes, secretos al oído, complicidades que sólo nosotros entendemos y así sucesivamente, ya no le hace tanta gracia a las personas que con nosotros están.
Lo peor de enamorarse es si no te corresponden, entonces en vez de sentirte feliz, con mariposas y todo eso, te zampas todos los bollos que encuentras al paso, andas como zombie, no nos soportamos ni nosotros mismos y las personas que antes se alegraban por tu dicha ahora se enfadan por nuestro comportamiento.
El bueno humor se convierte en una irritación enfermiza, nos inhibimos de todo, miramos por la ventana pendientes de si el mundo se derrumba o deja que sigamos sufriendo un poco más, ante nuestros ojos enrojecidos por el llanto. Ahora estamos más pendientes de lo malo que de lo bueno.
La sonrisa que teníamos se va, en el rostro aparece un ceño fruncido que hace que nos parezcamos a "Chucky" el muñeco diabólico.
Pero no hay porque preocuparse, pues todo eso pasa, enamorarse es cuestión de tiempo.
Aparecerá otra persona que hará despertar, nuestro corazón, sacando todos los sentimientos infinitos que habíamos guardado en lo más hondo.
Todo volverá a empezar de nuevo.
Y la vida será otra vez, de color de rosa.
junio 15, 2010
EL DÍA A DIA EN LA VIDA DE LAURA CAPITULO 16º
Laura curaba el labio sangrante de Carmen. Las lágrimas se unían al rostro casi desfigurado que le había dejado el desgraciado de su ex-marido, Sergio.
Nadie pudo evitar que el impresentable, se colara en el banquete de la boda de Pablo.
En cuanto la vio, salió corriendo hacia ella. Le enganchó del brazo y se la llevó fuera de la carpa, que prepararon para el acontecimiento.
No sin antes soltarla un guantazo en toda la cara, dañando todo lo que la mano alcanzó.
Ramón su padre no dudó un momento en ir a por él en cuanto vio lo ocurrido, aunque no pudo solo, los demás invitados casi todos de la familia hicieron todo lo posible por agarrar a Sergio, que calló al suelo presa de todos los que le sujetaban.
Cuando se le llevó la policía, nadie pudo comprender el altercado, la única que lo entendía era la persona que lo había vivido y sentido en primera persona.
Ahora las dos en la habitación, de la casa de sus padres, lloraban por lo que Carmen le contaba a Laura.
- Me separé de él porque no podía más. Al principio el matrimonio era un cuento de hadas, pero hace menos de un año, empezó el infierno.
- Nunca dijiste nada, ¿Por qué? No lo entiendo. Somos tu familia.
- Laura, esas cosas no se cuentan, estaba tan avergonzada que no supe reaccionar, sobre todo porque le quiero con todo el alma.
Laura tenía rabia. ¿Cómo alguien puede hacer algo así?.
Carmen estaba sufriendo en silencio, completamente sola en su mundo de miedo y terror. Laura no comprendía que quisiera aún a ese maldito hombre.
En el fondo se sentía culpable, preocupándose por cosas sin importancia, todo este tiempo, pensando que su vida era una mierda, pero la de su hermana era un horror, nadie se merece vivir así.
- Lleva amenazándome por teléfono, desde que me fui a Madrid a vivir contigo, no te lo he querido decir antes para no preocuparte, pensé poder arreglarlo antes, pero no he podido, nadie puede con él. Estaba aterrorizada. No iba a ir a la boda, no pensé que se atreviera a aparecer por aquí.
- ¿Le has denunciado alguna vez? - Laura se imaginaba la respuesta.
- No. Siempre volvía pidiéndome perdón,, diciendo que no lo volvería hacer más, yo le creí y también le perdoné. ¿Puedes entenderlo?
- No lo entiendo Carmen, pero sólo tu sabes lo que pasa por tu mente y por tu corazón. No puedo creer que le quieras, no se puede querer a un ser así.
- Papá se ha llevado un buen disgusto. ¿Verdad?
- Estoy preocupada por él, mamá oculta algo. Cuando vinieron a verme a Madrid, me dijo que estuvieron de médicos, ella rápido cambió de tema papá se hizo el loco.
Las dos hermanas se quedaron tumbadas en la cama, extasiadas por el día más feliz que su hermano Pablo debería haber pasado, sin embargo fue un auténtico calvario.
Laura se preguntaba que le podría estar pasando por la cabeza a su hermano, después de que el ex de su hermana ensombreciera su día.
Se levantó de la cama, salió por la puerta en busca de Pablo, Carmen dormía profundamente.
CONTINUARA...
junio 11, 2010
CURIOSIDADES DE LOS ANIMALES
- Los ratones no huyen de los gatos por miedo a sus garras sino a su saliva, que genera una sustancia la cual aterroriza a sus víctimas.
(Mejor que no te chupe un gato, que asco)
- El elefante es el único animal con cuatro rodillas, que no puede saltar.
A parte de tener una especie de alarma, sonido sordo, previniendo a la manada del posible ataque de las abejas, insecto al que temen profundamente. Pues éstas, pueden matar a un elefante bebé.
(Por favor que no salte retumbaría el suelo)
- Los mosquitos tienen 2000 músculos en su pequeño cuerpo.
(Serían la bomba levantando pesas)
- Los cocodrilos no pueden sacar su lengua.
(No pueden hacerle burla a sus presas)
- Es imposible hacer bajar por las escaleras a una vaca, sí que puede subirlas.
(Hay que darla un empujón y que baje rodando)
- Los gallos cantan de madrugada para delimitar su territorio.
(Y para fastidiar al vecino)
- El búho gira su cabeza 360 grados.
(Cómo la niña del exorcista)
- Existen aproximadamente unos mil millones de insectos por cada ser humano.
(Igual que 7 mujeres para cada hombre)
- Los oídos de las arañas se encuentran es sus patas.
(Así se oyen mejor cuando taconeen)
- El orgasmo de un cerdo dura 30 minutos.
(Quien lo pillara)
- El cerebro del cocodrilo es igual al dedo pulgar de un humano.
(Por eso no hay cocodrilos catedráticos)
- El corazón de un canario late 1000 veces por minuto.
(No quiero pensar cuando se lleve un susto)
- Las cucaracha pueden sobrevivir sin cabeza 9 días, aún así no mueren por ello, sino porque no pueden comer.
(Prefiero no pensarlo, no quiero ni verlo)
FUENTE: Planeta curioso.com
junio 09, 2010
EL DÍA A DIA EN LA VIDA DE LAURA CAPITULO 15º
Laura esperaba inquieta en su despacho la llegada del inspector.
La noche anterior fue muy larga durmió sólo tres horas y estaba cansada. Se retorcía en la cama sin poder conciliar el sueño, unos dolores en la parte baja del vientre no la dejaban en paz.
Ahora se encontraba mejor aunque nerviosa por la inspección que esperaba, saliera bien, los dolores casi habían desaparecido.
Se encontraba pesada y bastante asustada. Pues el embarazo estaba llegando a su fin.
Llamaron a la puerta, en el momento en el que Laura, había vuelto a sus papeles.
Un hombre bajito, trajeado, medio calvo y con la cara de pocos amigos, estaba plantado en la puerta de su despacho dispuesto hacerle la vida imposible, por un día.
Laura se levantó a saludarlo , el hombre cambió su semblante serio, devolviendo una media sonrisa, mientras alargaba la mano hacía ella.
- Buenos días. Me gustaría empezar lo antes posible. - Comentó el hombre que parecía tener prisa.
- Sí, no se preocupe está todo preparado, esto no es muy grande. Primero le enseñaré las instalaciones, después recorreremos la residencia. Si le parece bien.
- Me parece perfecto. Después de usted
Laura salió por la puerta del despacho, detrás el hombre, con los papeles en la mano, dispuesto a apuntar cualquier anomalía que encontrara a su paso.
El día era soleado y en el jardín los ancianos se sentían muy a gusto.
El hombre apuntaba algo que a Laura le hubiese gustado ver, pero aquel personaje era tan serio y callado, que ella ni preguntó.
- Bien, las instalaciones exteriores cumplen todos lo requisitos para el bienestar de los residentes. Esto está pero que muy bien.
Laura ya lo sabía era lo que más le gustaba de su pequeña residencia, el sol reflejaba los árboles enormes que con su sombra refrescaban el día. El césped era cortado por su jardinero cada día, desprendiendo un olor a verde esperanza.
Todo estaba cuidado hasta el más mínimo detalle, sobre todo para que los residentes estuvieran cómodos.
Ahora tocaba la parte de dentro de la casa. Era pequeña acondicionada perfectamente para el uso y disfrute de todos sus ancianos.
Tenía personal suficiente para mantener la casa limpia, cubriendo siempre las necesidades de todas y cada una de las personas que entraban por esa puerta para quedarse.
Laura se sobresaltó, después de la contracción tan fuerte que tuvo, inclinada gritó de dolor.
El hombre que de pronto pareció preocuparse la cogió sentándola en una silla cerca de la puerta.
La siguiente contracción fue mucho más fuerte de repente Laura se dio cuenta que había roto aguas.
CONTINUARA...
junio 08, 2010
HABLEMOS DEL...CIRCO
Siempre que nos querían llevar al circo nos decían:
- ¡Vamos al circo de los payasos! (Nuestros padres los pobres que se tragaban cualquier cosa por nosotros)
¿Porqué lo llamaban así? Quizás ellos se creían que nos gustaban más los payasos que ver como los domadores metían esas cabezotas dentro de la boca de león, esperando claro está, a que la cerrara.
En algunos lugares, se están dando cuenta de la crueldad con la que tratan a los animales, por eso hay circos que ya no incluyen ninguno en sus actuaciones.
¡Me alegro por ello!
Esos trapecistas que se suben por una escalera tan larga que parece no tener fin, para luego descolgarse por unos columpios balanceándose y haciendo piruetas sin parar, pasando de un lado a otro con la intriga de ver como caían en una red que está a pocos metros del suelo, con más peligro que el propio columpio en los que se balancean, pues cuando caen van directos al suelo rebotando como pelotas de goma.
Y los elefantes, esos enormes animales que ponen una pata encima de la cara de su domador, tumbado debajo quieto como una roca, te quedabas con las ganas de ver como le aplastaba la cara, luego levanta la trompa como si fuera feliz.
No creo que el látigo que utilizan para domarlo les haga mucha gracia.
Más tarde salen los caballos, jinetes encima, erguidos como palos, recorriendo el redondo suelo del circo, haciendo que los animales levanten sus finas patas o tumbando sus musculosos cuerpos en el frío suelo arenoso. Sin olvidar las acrobacias que hacen encima de ellos, pisando su brillante piel.
Ahora sí, los payasos, por supuesto el personaje cómico por excelencia, procedente de las antiguas pantomimas.
Bajo una máscara sonriente, pintada a mano, con esmero, siendo reflejo de los defectos humanos.
Supuestamente hacen reír, pero las gracias ya no tienen tanta gracia cuando las ves, doce mil quinientas veces.
Siempre son las mismas. Te echan agua de una flor de papel arrugada que llevan en la solapa, o te dejan sordo con cualquier instrumento que sacan del bolsillo. Se sientan en una silla que otro les quita para caer al suelo, (claro que ver como otro se cae, siempre ha hecho mucha gracia).
Un espectáculo que gusta tanto a grandes como a pequeños, no confesando algunos que lo odian.
Porque aunque los payasos no nos gusten a todos, tenemos que aguantarlos nos hagan gracia o no, son el alma del circo, no nos enseñan nada pero tampoco nos hacen daño, por eso nos decían:
¡Vamos al circo de los payasos!
- ¡Vamos al circo de los payasos! (Nuestros padres los pobres que se tragaban cualquier cosa por nosotros)
¿Porqué lo llamaban así? Quizás ellos se creían que nos gustaban más los payasos que ver como los domadores metían esas cabezotas dentro de la boca de león, esperando claro está, a que la cerrara.
En algunos lugares, se están dando cuenta de la crueldad con la que tratan a los animales, por eso hay circos que ya no incluyen ninguno en sus actuaciones.
¡Me alegro por ello!
Esos trapecistas que se suben por una escalera tan larga que parece no tener fin, para luego descolgarse por unos columpios balanceándose y haciendo piruetas sin parar, pasando de un lado a otro con la intriga de ver como caían en una red que está a pocos metros del suelo, con más peligro que el propio columpio en los que se balancean, pues cuando caen van directos al suelo rebotando como pelotas de goma.
Y los elefantes, esos enormes animales que ponen una pata encima de la cara de su domador, tumbado debajo quieto como una roca, te quedabas con las ganas de ver como le aplastaba la cara, luego levanta la trompa como si fuera feliz.
No creo que el látigo que utilizan para domarlo les haga mucha gracia.
Más tarde salen los caballos, jinetes encima, erguidos como palos, recorriendo el redondo suelo del circo, haciendo que los animales levanten sus finas patas o tumbando sus musculosos cuerpos en el frío suelo arenoso. Sin olvidar las acrobacias que hacen encima de ellos, pisando su brillante piel.
Ahora sí, los payasos, por supuesto el personaje cómico por excelencia, procedente de las antiguas pantomimas.
Bajo una máscara sonriente, pintada a mano, con esmero, siendo reflejo de los defectos humanos.
Supuestamente hacen reír, pero las gracias ya no tienen tanta gracia cuando las ves, doce mil quinientas veces.
Siempre son las mismas. Te echan agua de una flor de papel arrugada que llevan en la solapa, o te dejan sordo con cualquier instrumento que sacan del bolsillo. Se sientan en una silla que otro les quita para caer al suelo, (claro que ver como otro se cae, siempre ha hecho mucha gracia).
Un espectáculo que gusta tanto a grandes como a pequeños, no confesando algunos que lo odian.
Porque aunque los payasos no nos gusten a todos, tenemos que aguantarlos nos hagan gracia o no, son el alma del circo, no nos enseñan nada pero tampoco nos hacen daño, por eso nos decían:
¡Vamos al circo de los payasos!
mayo 28, 2010
AMELIA
Oigo ruidos. Ya vienen, es tan temprano, ni siquiera ha salido el sol, no puedo moverme y el pañal está sucio, espero no me hagan daño al levantarme, tengo el cuerpo dolorido.
Tengo ochenta años. Me llamo Amelia y mientras estoy en la cama a oscuras, recuerdo el día que llegué aquí.
Me levanté un día de tantos, contenta por estar con mi hija mayor, mis nietos me dan la vida, aunque son unos trastos yo les quiero y ellos a mi.
Con ellos se hacen los días mas llevaderos, desde que mi esposo nos dejó, a mi, sobre todo muy, muy sola y triste. Vivo con ellos.
"Madre, nos vamos a la peluquería, necesitas que te corten el pelo".
Entramos por aquella puerta, que no era la peluquería, soy vieja pero no tonta, me quedé petrificada sin poder hablar, sólo quería gritar, salir corriendo.
Todo me daba vueltas, mi ser se quedó entre la calle y el marco de aquella puerta.
Abandonada quedé, mirando como mi hija se iba, dejando en aquel lugar a su madre, que le había dado la vida, ayudado en los peores momentos, amores, desamores, la cuidé cuando era niña, pasé la adolescencia con ella, intentando comprenderla aunque a veces no lo consiguiera, la protegí en la madurez, soy su madre ¿Qué hago aquí?
Los ojos se me llenaron de lágrimas, desde entonces nunca se me han secado.
Me siento como una carga, un estorbo, algo que nadie quiere.
Sentada en esta silla de ruedas, recordando cuando me senté en ella por primera vez, sin saber si algún día me levantaré de nuevo viendo a la gente que pasa, sintiendo lo mismo que sienten ellos, llevando la carga del tiempo vivido, llorando por los recuerdos que ya no recuerdo.
Grito en silencio que me quiero ir, pero nadie me oye, sufro por haber envejecido, por no tener fuerzas y haber perdido las ganas de vivir.
Estoy cansada, mis huesos frágiles me duelen cada vez más, la vista me falla no pudiendo ver todo lo hermoso de este mundo, he perdido audición, para poder oír el canto de los pájaros, que me despertaban de madrugada.
Mi cuerpo se deteriora, tengo ganas de descansar, dormir y no despertar. Si lo hago me gustaría que fuera al lado de mi querido esposo, la persona que más feliz me ha hecho, más me ha querido, me ha dado la vida más adorable que una mujer puede desear. Al dejarme sola se llevó con él mi corazón, mi alma entera, la vida que los dos formamos y que ahora no existe.
Salgo de ésta angustia en el momento que veo a mis nietos, con ellos se me olvidan todos estos sentimientos tristes, de tanta soledad y miro a mi hija y la perdono por haberme dejado aquí, haberse desprendido de mí, como si de un trapo viejo se tratara. Pero es mi hija y la quiero.
Me siento cansada, necesito dormir, los ojos se me cierran, me sumo en un profundo sueño.
De pronto estoy bien, ando, me levanto de esta horrible silla. Camino ágil.
A lo lejos veo a alguien, mis ojos se han secado, el corazón me late alegre, sonrío, allí esta: el hombre de mi vida, mi querido esposo.
Nos miramos como la primera vez que nos conocimos, se acerca a mí, me abraza, arropándome entre sus fuertes brazos.
A partir de ahora siempre estaremos juntos, abrazados me quedo pegada a él y nos vemos flotando entre las nubes.
Tengo ochenta años. Me llamo Amelia y mientras estoy en la cama a oscuras, recuerdo el día que llegué aquí.
Me levanté un día de tantos, contenta por estar con mi hija mayor, mis nietos me dan la vida, aunque son unos trastos yo les quiero y ellos a mi.
Con ellos se hacen los días mas llevaderos, desde que mi esposo nos dejó, a mi, sobre todo muy, muy sola y triste. Vivo con ellos.
"Madre, nos vamos a la peluquería, necesitas que te corten el pelo".
Entramos por aquella puerta, que no era la peluquería, soy vieja pero no tonta, me quedé petrificada sin poder hablar, sólo quería gritar, salir corriendo.
Todo me daba vueltas, mi ser se quedó entre la calle y el marco de aquella puerta.
Abandonada quedé, mirando como mi hija se iba, dejando en aquel lugar a su madre, que le había dado la vida, ayudado en los peores momentos, amores, desamores, la cuidé cuando era niña, pasé la adolescencia con ella, intentando comprenderla aunque a veces no lo consiguiera, la protegí en la madurez, soy su madre ¿Qué hago aquí?
Los ojos se me llenaron de lágrimas, desde entonces nunca se me han secado.
Me siento como una carga, un estorbo, algo que nadie quiere.
Sentada en esta silla de ruedas, recordando cuando me senté en ella por primera vez, sin saber si algún día me levantaré de nuevo viendo a la gente que pasa, sintiendo lo mismo que sienten ellos, llevando la carga del tiempo vivido, llorando por los recuerdos que ya no recuerdo.
Grito en silencio que me quiero ir, pero nadie me oye, sufro por haber envejecido, por no tener fuerzas y haber perdido las ganas de vivir.
Estoy cansada, mis huesos frágiles me duelen cada vez más, la vista me falla no pudiendo ver todo lo hermoso de este mundo, he perdido audición, para poder oír el canto de los pájaros, que me despertaban de madrugada.
Mi cuerpo se deteriora, tengo ganas de descansar, dormir y no despertar. Si lo hago me gustaría que fuera al lado de mi querido esposo, la persona que más feliz me ha hecho, más me ha querido, me ha dado la vida más adorable que una mujer puede desear. Al dejarme sola se llevó con él mi corazón, mi alma entera, la vida que los dos formamos y que ahora no existe.
Salgo de ésta angustia en el momento que veo a mis nietos, con ellos se me olvidan todos estos sentimientos tristes, de tanta soledad y miro a mi hija y la perdono por haberme dejado aquí, haberse desprendido de mí, como si de un trapo viejo se tratara. Pero es mi hija y la quiero.
Me siento cansada, necesito dormir, los ojos se me cierran, me sumo en un profundo sueño.
De pronto estoy bien, ando, me levanto de esta horrible silla. Camino ágil.
A lo lejos veo a alguien, mis ojos se han secado, el corazón me late alegre, sonrío, allí esta: el hombre de mi vida, mi querido esposo.
Nos miramos como la primera vez que nos conocimos, se acerca a mí, me abraza, arropándome entre sus fuertes brazos.
A partir de ahora siempre estaremos juntos, abrazados me quedo pegada a él y nos vemos flotando entre las nubes.
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