septiembre 12, 2010
LA OBSESION DE NORA
Las discusiones con Leo eran constantes, echándome en cara, y con razón, que no les quería ni a él ni al bebé.
- Nora esto no puede seguir así, te estás haciendo daño, y lo peor, no piensas en ninguno de los dos. Ni en ti tampoco. Ahora tienes una familia lucha por ella, por favor, ¡No lo ves! ¡No te ves! Por dios, haz un esfuerzo.
- Ya lo se pero no puedo, que crees que no quiero, lo intento con todas mis fuerzas pero mi cabeza no me deja en paz.
- No puedo creerlo, no te importamos nada, hazlo por tu hijo, por nuestro hijo. Mañana iremos al médico, yo no puedo más.
- No quiero, me ingresarán intentarán hacerme comer, no quiero. -Lloraba desconsolada.
- Eso es lo que haremos, no se hable más del tema.
Así lo hicimos no hablamos más del tema, me ingresaron a los dos días, estaba desnutrida y el bebé corría peligro. Me obligaban a comer, vigilándome a cada momento para que no hiciera ninguna locura.
Nadie se preocupaba de lo que sentía, todo desde fuera se ve de otra manera, pero en mi interior nadie entraba. Era consciente, en todo momento lo fui, de que me hacía mal a mi y a todos, pero mi obsesión me podía.
Lloraba en silencio, cuando nadie me veía, el dolor que tenía dentro de mí, nadie podía saberlo nada más que yo. Me pregunté tantas veces si había sido una buena idea haberme quedado embarazada. Estaba siendo egoísta, sólo pensaba en mi misma, pero eso era lo que quería hacer pensar sólo en mí.
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1 comentario:
Q pasada de imagen, Rosa!!
Son geniales tus dibujos y las historias!!
Thanks 4 compartirlas!!
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