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marzo 27, 2010

EL DÍA A DÍA EN LA VIDA DE LAURA PRIMERA PARTE


Laura se levantaba muy temprano para ir a trabajar, se duchaba y mientras le caía el agua caliente por el cuerpo, se relajaba intentando no pensar mucho. Pese a que su trabajo le encantaba, se sentía cansada y a veces no desconectaba del todo.
Era auxiliar de geriatría, a parte de enfermera, directora de su propia residencia en las afueras de Madrid, las preocupaciones eran aún mayores.
Eso se reflejaba en su vida personal, últimamente no se llevaba muy bien con Iván, el hombre de su vida, que un día creyó que era.
Salió de la ducha al dormitorio, le miró de reojo y pensó que era guapo, hasta durmiendo tenía su atractivo.
Pero se entristeció porque por él ya no sentía nada, o ella eso creía, aunque a él no le había comentado nada, hacía tiempo que no se sentaban a hablar, sus vidas seguían como si nada, ignorando los sentimientos de ambos.
Abrió los ojos, mientras ella se vestía, rebuscando en los cajones sin saber que narices ponerse.

- Buenos días. Le dijo él desperezándose.
- Buenos días. Contestó ella ausente ensimismada con su ropa.
- ¿Te vas pronto?
- Si, hoy tengo un nuevo residente, con bastantes problemas debido a su enfermedad, le tengo que evaluar, hacerle los
test, hablar con su familia, es complicado y me llevará casi toda la mañana, no podré ayudar a las chicas.
- De cuerdo. Dijo él no muy interesado en lo que ella le había contado.
Se dio media vuelta y se quedó dormido como un tronco. Laura le miro desde el otro lado de la cama, los ojos de ella empezaron a humedecerse, por la tristeza, la poca comprensión que Iván sentía por su trabajo, la enfurecía. No podía comprender su falta de empatía, eran personas que lo pasaban fatal ante situaciones que jamás habían vivido y que nadie querría vivir nunca. Pero a él eso no le importaba ni tampoco lo que ella pensaba, ni sentía.
Se quedó triste, pensando que iba a ser un día muy largo.

continuará...

marzo 19, 2010

FELIZ DÍA DELPADRE


Hoy es tu día y siento que no lo pases con nosotros, tus hijos te necesitan.
Se que nos sientes desde el cielo y que entre las nubes, has encontrado tu sitio.
Nos das fuerzas para saber vivir con el dolor que ya después de siete años sin ti, se va llevando un poquito mejor.
Ahora cuando nos acordamos de ti se nos dibuja una sonrisa en la cara, recordando tus fechorias, siendo siempre para nosotros, tus hijos, un padre muy especial.
Siempre estarás en nuestros corazones y nunca nos olvidaremos de ti, por muchos años que pasen.
Pensamos que fuiste un gran padre, pues nosotros somos personas buenas, que saben valorar la vida, como tú, y estarías orgulloso de todos tus hijos.
Caminarás junto a nosotros por el suelo de la vida, guiándonos paso a paso donde quiera que vayamos y donde sea que estemos.
FELIZ DÍA DEL PADRE DONDE QUIERA QUE ESTES SABES QUE ALLI ESTAMOS NOSOTROS.
TUS HIJOS QUE TE ADORAN.

marzo 13, 2010

EL ONCE EME


Tenía veinte y tres años, mucha vida por delante
el destino quiso que su vida acabara antes
Ese día que todos recordamos como atroz
Fue el último para nuestro amigo, me quedé sin voz
Nunca sabremos porqué ocurrió
gente extraña puso bombas y nos lo arrebató
Nos sentimos indignados por lo que aquel día pasó
no entendemos que haya gente que mate por religión
Persona que iban en esos trenes vivieron todo el horror
muchos murieron y otros no olvidarán nunca tanto dolor.
Algunos quedaron dañados, no se recuperarán jamás
nosotros no hemos olvidado, el daño que no se reparará
vivimos con miedo en un mundo con maldad
pues muchos somos buenos, a nadie hay que matar
Unos gritan que paren, para volver a andar
los que hemos perdido a alguien por algo que no entendemos
seguiremos adelante, y en nuestros corazones los llevaremos.
Pero nunca olvidaremos aquella catástrofe y la gente del tren
Que mataron y dañaron aquel día sin saber muy bien porqué.

EN RECUERDO DE TODAS LAS VICTIMAS DEL 11M Y EN ESPECIAL A OSCAR.
FOTO DEL BLOG DE ANGELINA GOMEZ RUEDA.

marzo 11, 2010

ENTRE DOS MUNDOS SEGUNDA PARTE


En su despacho, triste y desesperado, empezó a llorar como un niño. Sus lágrimas no paraban de salir de los ojos resbalando por sus mejillas encendidas por la rabia, la angustia y la impotencia que sentía ante tal situación.
¿Cómo podía hacer para que nadie saliera herido? Parecía imposible, pues en esos casos siempre sufre alguien, pero tenía que armarse de valor, ser fuerte por una vez en su vida, ya que siempre había estado huyendo de todo y de todos. Eso se terminó. Debía ser fuerte disfrutar y decirle al mundo quien era. Eso es lo que iba hacer. Esa misma noche lo haría.
Algo dentro de él cambió y como si se hubiese quitado un peso de encima, la culpa desapareció por un instante, se sentía más libre, después del valor que había sacado de no se sabe donde, ahora quedaba lo peor decírselo a ella.

Allí estaba él, sentado en su sofá preferido, mirando al vacío esperando que su mujer, a la que iba a destrozar la vida, entrara por la puerta lo antes posible, mucho antes de que se arrepintiera, pues no estaba nada seguro de lo que iba hacer.
por fin entro. Siempre sonreía, deseando llegar a casa para estar con su adorado marido. Ajena a todo.
El la miró con los ojos rojos por el llanto, y ella le devolvió la mirada, su rostro cambió de repente y la sonrisa con la que había entrado se disipó para siempre.

Sus lágrimas escocían en sus ojos, su corazón estaba roto cuando le vio cruzar esa puerta con las maletas que tantas veces ella le había preparado, se llevó con él su alma entera.
Intentando asimilar todo lo que le había contado, no podía, le dolía el estomago, no podía ver con claridad, estaba confusa y triste, pero sobretodo, enfurecida, le había estado engañando todos estos años, realmente no le conocía y eso la desconcertaba.
Se había quedado sola, no sabía estar así. Le había perdido para siempre.
Retumbaban en su cabeza las frases, que mientras la miraba a los ojos ella escuchaba con horror, con dolor, perpleja por lo que estaba oyendo.
El estaba enamorado de otra persona, le era infiel con otro hombre, palabras que quemaron, como el fuego quema un bosque. Cuando las escucho se quedó petrificada mirándole con incredulidad, rabia, odio y rencor. Sentimientos que hacia él nunca había sentido. Se le nublaba la vista, desapareció en ella, todo atisbo de cordura, corriendo, sin saber lo que hacia, cogió el primer bote de pastillas que encontró.

Mientras en otro lugar se encontraban ellos, abrazados como dos adolescentes, experimentando por primera vez, su amor libre juntos, sin ataduras, sin saber que la culpa jamás desaparecería de sus vidas.

marzo 07, 2010

ENTRE DOS MUNDOS


Sus manos recorrían su cuerpo sólo como él sabía. Terminaron de hacer el amor, se levantó de la cama sudoroso, pensando en que no quería marcharse. Se metió en la ducha y mientras el agua templada le caía por el rostro sintió culpa, ese sentimiento que le venía cada vez que estaba en su casa.
Sonó el despertador. Era temprano. Se desperezó intentando abrir los ojos pero no podía, pues estaba demasiado cansado. Miró a su mujer, mientras ella dormía, sintiéndose, vacío, triste y amargado, por no poder vivir la vida que realmente quería y con quien deseaba.
Se vistió deprisa y salió, sin despedirse de aquella con la que habían decidido que debía estar.
No podía gritar a los cuatro vientos lo que sentía. Nadie le entendería, algo no funcionaba en él.
No podía concentrarse, estaba ensimismado en sus propios pensamientos, en su vida, en quien era.
Amaba a otra persona, no a su mujer, y esos sentimientos eran tan fuertes que levantarse cada mañana al lado de ella se le hacía insoportable. Pero no sabía que hacer, no podía destrozarle la vida. Ella si estaba enamorada de él. Seguro, de que le quería con el alma.
Sonó el telefono:
- Hola cariño
- Te he dicho que no me llames al trabajo, pero me alegra oír tu voz, estaba pensando en ti.
- Me gustaría verte esta noche, tenemos que hablar, tienes que decírselo, por tú bien y el de ella, el nuestro propio. Estás sufriendo. ¿no lo ves? Yo lo veo.
- Sí, lo sé, tengo mucho que pensar. No me agobies por favor
- Está bien, te dejo. Ya me contarás qué decides, de todas formas escápate si puedes. Un beso.
- Un beso para ti también. Hablamos.
CONTINUARÁ...