Sin duda alguna uno de los sitios mas bonito de todo Madrid.
Vas paseando y los pulmones negros por la polución... vale también por el humo de los que fumamos. Se nos abren dando paso al aire limpio y sano que reina en el corazón de Madrid que es la Casa de Campo.
Si tienes sed te metes en uno de esos chiringuitos que hay cada cien metros o menos, con sillas de hierro, tan perjudiciales para la salud como el humo de los que fumamos. Pero como tenemos tanta sed y nos gusta tanto el cachondeo, nos aguantamos.
Que te apetece navegar en barca, te vas al lago, con mucho cuidado te sientas, miras al suelo de la barca, por si acaso tiene algún agujero, porque tienes miedo de que se hunda y contigo dentro, coges los remos tranquilo de que no hay nada roto y empiezas a remar.
Miras a tu alrededor, te sientes tan ridículo que vuelves a mirar al suelo para ver si todo sigue en perfecto estado, pensando que tal vez sería mejor que la barca se hunda así saldrías en los periódicos.
Vale mejor sigamos remando que no se hunda.
Estás caminando por el paseo, contemplando el paisaje, se te nubla la vista cuando de repente has visto unos hipies cantando canciones de moda, que no conoces porque han mal versionado, te quedas parado fingiendo que te gustan, moviendo el cuerpo como una lagartija, como si fueras uno de ellos.
Pero no les das un duro, tienes casi menos dinero en el bolsillo tú que ellos.
Se pueden hacer tantas cosas en la Casa de Campo, para pasarlo bien como por ejemplo sexo.
Quien no se ha ido en coche con su novi@, por esos adentros en los que no hay un alma, en la oscuridad de la noche, pasa lo que tiene que pasar. ¡Al lío!
A parte de quien no tenga pareja(o sí), pueden hacérselo con tantas y tantas prostitutas para todos los gustos que trabajan en nuestro querido y limpio corazón de Madrid, o como vulgarmente se llama LA CASA DE CAMPO.
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