- Tengo buenas noticias. - Le dijo el médico, hacía ya días.
Le habían subido a la habitación. Laura estuvo con él, día y noche.
Ahora en casa quería descansar, antes de volver, darse una ducha rápida, cambiarse de ropa y comer algo.
Llevaba una semana sin pasarse por la residencia, Jaime se hacía cargo de todo, aunque le cogía poco el teléfono le tenía más o menos informada.
- Hemos tenido dos nuevos ingresos. Le comentó
- Todo va bien.
- Ha pasado algo, no te lo he querido decir antes para no preocuparte más, pero creo que deberías saberlo
- Dímelo Jaime, estoy cansada, si puedes ocuparte hazlo. - Se sentía incómoda hablando con él. Jaime se daba cuenta.
- Está bien. Sí, puedo encargarme de todo. Se trata de José
Un residente que lleva bastante tiempo con ellos, su cabeza no está muy bien y no sabe lo que hace. Se escapa con frecuencia y tienen que salir a buscarle demasiadas veces, esta vez, por desgracia fue peor.
-Le ha atropellado un coche, era de noche y no le vieron, no han podido hacer nada por él. Su familia no quiere saber nada, tenemos que hacernos cargo de todos los trámites.
Escuchaba lo que Jaime le contaba de José, intentando no echar ninguna lágrima pero tenía el corazón encogido. Pensaba en lo cariñoso que era, a pesar de su trastorno, de no saber como se llamaba, ni donde estaba, pero aún así se le quería, todos le querían.
- La familia se lo ha tomado mejor de lo que esperábamos, parece que se han quitado un peso de encima. - Comentó Jaime en vista de no oír su voz.
- Lo siento de verdad, ha sido un error enorme. - Volvió a hablar Jaime esperando respuesta.
Después de unos largos segundos, Laura volvió en sí.
- Bien, ahora no hay porque lamentarse, arréglalo todo. Me pasaré cuando pueda, ahora me voy para el hospital.
Jaime colgó, no se atrevía a preguntar nada no se atrevía a hablar con ella de nada que no fuera del trabajo, sentía por ella mas de lo que quería.
Se quedó sentado un buen rato, pensando en ella, sabiendo que nunca sería suya, aunque los dos quisieran, menos aún, después de lo que había pasado.
Cerró los ojos y apareció su cara, tan cerca de su boca y los dos besándose, pero después, Laura salió corriendo y desapareció, ahora solo hablaba con ella por teléfono.
CONTINUARA...
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